
Kinesiología del Hospital Traumatológico aumenta un 30% sus atenciones
Después que la Unidad de Kinesiología del Hospital Traumatológico de Concepción recuperara el espacio que había cedido a la Unidad de Emergencia del Hospital Regional, tras el terremoto del 27F, su remodelación ha permitido una mejora importante en la calidad y cantidad de las atenciones.
El área, ubicada en el zócalo del actual establecimiento, debió ser reacondicionada para desarrollar ahí nuevamente las tareas para las que había sido diseñada originalmente y que habían sido interrumpidas.
Para ello, se realizaron mejoras a la planta física y se adecuó el lugar. Hoy el cambio es evidente, tanto en la calidad y seguridad de las instalaciones, como también en la capacidad de atención a las personas.
Así lo contó Sergio López, kinesiólogo jefe de la Unidad de Kinesiología, quien destaca que el traslado a las nuevas dependencias permitió disminuir el riesgo que representaba para los pacientes, trasladarse desde el policlínico actual a las antiguas dependencias de calle Roosevelt a realizar sus terapias.
“La incorporación de Kinesiología al hospital nuevo ha permitido mejorar el trabajo en equipo y entregar mejores condiciones de infraestructura y de tratamientos a las personas, no solamente por estar más integrados a todo el equipo, sino que, además, en el sentido de dar una mayor seguridad y calidad en la atención a los pacientes”, señaló.
Por su parte, el director del hospital, Osvaldo Gaete, destacó el aumento de las prestaciones desarrolladas durante los últimos meses. “Las atenciones realizadas por la Unidad han aumentado un 30 por ciento en relación al año anterior”, explicó el médico, precisando además que en promedio cada día se atiende ahí a unas 350 personas.
Uno de los pacientes que acuden a la Unidad de Kinesiología es Celso Coloma, quien ingresó en marzo de este año a realizar su terapia, luego de un accidente que le hizo perder la movilidad de su pie. Él valora la calidad de la atención, tanto en infraestructura como también en la parte humana. “Yo llegué acá en silla de ruedas, con el pie torpe, sin mayor movilidad. Estando aquí, mediante los ejercicios, que fueron muy eficientes y dedicados conmigo, también con la hidroterapia, todo eso hizo que mi pie tuviera movimiento, tanto de los dedos como del pie. Para mí es un gran avance porque ahora puedo caminar, así que estoy agradecido de toda la atención que me han dado acá; el espíritu que tienen los profesionales que trabajan aquí, lo humanos que son, eso se agradece y se valora”, afirmó.